Recesión a la derecha

Durante los cinco primeros meses de la gestión de Dina Boluarte en el gobierno, la economía peruana acumuló una caida del 0.49% del PBI. Para el mes de junio, los resultados no serían mejores. La actividad económica se habría contraído en 1% según declaraciones del ministro de economía Alex Contreras. Con ello, se sumarian dos trimestres consecutivos de contracción de la economía peruana por lo que técnicamente podemos hablar de una recesión. 

Factores climáticos, políticos y sociales están detrás de esta recesión durante el primer semestre del año. La llegada del fenómeno de El Niño costero y el ciclón Yaku impactó la producción en la costa norte del país durante los primeros meses del año. Sumado a ello, por primera vez en décadas, la política y la economía dejan de fluir por cuerdas separadas. La tensión política ocasionada por la insistencia de Dina Boluarte por mantenerse en el gobierno no solo genera elevados niveles de desaprobación desde la ciudadanía, sino que también mantiene un escenario de alta incertidumbre que impacta en las decisiones de inversión desde el sector privado. 

En este nuevo escenario de recesión, inusual para la economía peruana del siglo XXI, surgen recomendaciones que apuntan principalmente a promover la inversión privada a gran escala. La dinamicidad de estos sectores resulta clave para lograr mejorar los indicadores agregados, en línea con el piloto automático de las últimas décadas. Sin embargo, el impacto de la recesión golpea con mucha más fuerza a los sectores desatendidos durante las décadas de bonanza de la economía peruana. 

La recuperación pospandemia no alcanzó a la clase trabajadora

Con ingresos promedio inferiores a 1600 soles mensuales (INEI, 2023) [1], un bloque mayoritario de familias peruanas no cuenta con los recursos suficientes para cubrir una canasta básica familiar sin dificultades. Aún sin lograr recuperarse de la crisis ocasionada por la pandemia del COVID-19, el incremento de los precios de los alimentos y la persistencia de bajas tasas de empleo adecuado postpandemia afectan la capacidad de consumo de las familias influyendo en la caída de la demanda interna. No haber garantizado una adecuada recuperación a nivel de la economía de los hogares en el Perú empieza a pasar factura. Mantener altos niveles de pobreza, hambre y vulnerabilidad aleja al Perú de la meta de convertirse en un país desarrollado.

La recuperación de la economía durante el 2021 no alcanzó a las y los trabajadores peruanos. Durante ese año, los indicadores de la actividad económica presentaron una importante recuperación. La economía peruana creció en un 13.3% (BCRP,2022) [2] por encima del promedio de la región. Sin embargo, a nivel de indicadores de empleo, los resultados se mantuvieron aún por debajo de los niveles prepandemia. La Organización Internacional del Trabajó estimó que durante el primer año de la pandemía se perdieron 6 millones de empleos en el Perú [3]. La recuperación de los empleos perdidos agudizó aún más las bajas tasas de calidad del empleo en el país. Si bien las tasas de desempleo se mantienen bajas, se identifica un crecimiento del sector informal y del subempleo. Mientras los ingresos promedio nacionales se mantuvieron estancados y cercanos a las cifras de 2019 [4].

Según datos del INEI, el indicador de empleo adecuado se encuentra 5.6% por debajo de los resultados del año 2019. Esto está vinculado a un crecimiento del subempleo. La cantidad de personas que trabajan jornadas a tiempo completo (35 horas o más a la semana) y reciben un salario menor al mínimo referencial de INEI (1217 soles mensuales) es 59.5% superior al presentado en el año 2019 [5] para Lima Metropolitana durante el segundo trimestre del 2023. Es decir, la recuperación de puestos de trabajo en el contexto postpandemia ha sido a través de empleos más precarios y mal remunerados.

Sumado al escenario de precarización del empleo, este año los hogares peruanos han enfrentado las cifras más altas de inflación en los últimos 24 años. La inflación interanual llegó a alcanzar el 8% en febrero, principalmente por los altos precios de alimentos y energía. Para el mes de julio, la inflación interanual representó el 5.88% manteniéndose al alza los precios de los principales alimentos de acuerdo al BCRP [6]

El incremento de los precios de los alimentos afecta a los hogares con menos recursos pues son estos quienes disponen del mayor porcentaje de sus salarios destinados a este tipo de bienes de consumo. Encuestas realizadas por IEP han permitido identificar las consecuencias de los precios altos en las decisiones de alimentación dentro de las familias. Más de un 66% de familias tuvo que reducir su consumo de alimentos en los últimos meses por falta de dinero. Y solo un 7% de peruanos ha podido mantener su consumo de alimentos sin problemas. Estos niveles de vulnerabilidad aún no han sido atendidos de forma efectiva. Sus consecuencias seguirán impactando en la elevación de tasas de pobreza y vulnerabilidad.. 

¿Con qué recursos se enfrentará la recesión?

Al complejo objetivo de recuperar el ritmo de la actividad económica se le suma la inmensa tarea de garantizar mejores condiciones de vida de los peruanos. Un escenario recesivo requiere de medidas contracíclicas. Es decir, fortalecer la ejecución de la inversión pública para dinamizar la economía e incentivar la inversión privada. Para ello se necesitan recursos. Los resultados de recaudación del gobierno de Boluarte no son favorables. De acuerdo a la SUNAT, los ingresos tributarios del gobierno central han presentado un retroceso de 13.8% respecto al primer semestre del 2022. Con menores ingresos, en el mes de mayo la economía peruana ya alcanzaba el rango meta de 2.4% del PBI en déficit fiscal. Es decir, el tope establecido por el propio Ministerio de Economía y Finanzas en el año 2023 para el cumplimiento de las reglas fiscales.

Sin más recursos, el gobierno no tendría las herramientas necesarias para enfrentar la recesión desde la política fiscal manteniendo el rango meta de déficit establecido. El anuncio de miles de millones de soles en inversión durante el mensaje presidencial de 28 de julio no fue sustentado con medidas que sostengan ese nivel de gasto. Todo lo contrario, el Congreso y el Tribunal Constitucional en los últimos meses han promovido acciones que minan la recaudación a través de fallos que habilitan la iniciativa de gasto por parte del Poder Legislativo y resoluciones que absuelven del pago de millonarias moras a deudores tributarios. La crisis política esta vez viene acompañada de un complejo escenario económico. Un inmenso reto para la débil gestión de Boluarte.


[1] INEI (2023) Nota de prensa https://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/noticias/nota-de-prensa-no-038-2023-inei.pdf

[2] BCRP (2022) Nota Informativa https://www.bcrp.gob.pe/docs/Transparencia/Notas-Informativas/2022/nota-informativa-2022-02-19.pdf

[3] OIT (2021)  Mercado laboral peruano: impacto de la COVID-19 y recomendaciones de política. https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---americas/---ro-lima/documents/publication/wcms_774977.pdf

[4] INEI (2023) Nota de prensa https://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/noticias/nota-de-prensa-no-038-2023-inei.pdf

[5] INEI (2023) Informe Técnico del Mercado Laboral Marzo-Mayo 2023 https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/4850375/07%20Informe%20Tecnico%20Mercado%20Laboral%20Abr-May-Jun%202023.pdf?v=1689434012

[6] Ver Nota de Estudios del BCRP N° 56. 04 de agosto 2022 https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Notas-Estudios/2023/nota-de-estudios-56-2023.pdf

[7] Cooperación (2023) Menor recaudación tributaria y déficit fiscal al límite https://cooperaccion.org.pe/menor-recaudacion-tributaria-y-deficit-fiscal-al-limite/